Blogia
80_aniversario_VentosMir

Mary Carmen, exalumna y madre actual

Fue en el año 1963 cuando comencé mis primeros estudios en el colegio Ventós Mir.

Eran todavía tiempos franquistas, los niños iban a las clases de abajo y las niñas a las de arriba. Teníamos diferentes patios y entrábamos por distintas escaleras. Ellos llevaban batas de rayas y nosotras blancas...

En cada clase había dos cursos. A los profesores se les trataba de "Don" y "Doña", sus mesas estaban sobre un tablado de madera para vigilar mejor a los niños; los pupitres eran oscuros e inclinados y con doble asiento. Las niñas teníamos profesoras y los niños profesores.

En cada clase había una fotografía de Franco y un crucifijo en la pared de detrás del profesor.

Yo me quedé al comedor los dos últimos años que estuve en el colegio y me gustaba porque después de comer jugábamos mucho.

De vez en cuando, hacíamos el recreo en las terrazas, momento en el que algunñas niñas aprovechábamos para subir al desván, lugar oscuro lleno de trastos y también de misterio para nosotras. Allí mientras  almorzábamos nos poníamos a contar historias de miedo, de esas que gustan a los niños. Y nos diviertíamos mucho.

Todos los días a la salida de clase por la tarde rezábamos oraciones. Y también al salir, algunas veces nos daban en el colegio leche en polvo para llevar a casa.

En mayo, con la imagen de la virgen al fondo del pasillo, cantábamos todas las niñas sentadas en el suelo. Mi profesora de música era la Señorita Adela, la misma que tuvieron mis dos hijos mayores y que se jubiló en  Ventós Mir no hace muchos años.

Tengo recuerdos del colegio muy bonitos, tantos que no acabaría de contar nunca. Este año será el último, pues mi hija Sara acaba 6ª curso y, la verdad, me da pena, pues llevo viniendo entre unos y otros 45 años, que se dice pronto...

Aunque quien sabé, quizás me toque venir  a traer a mis nietos...

Hasta siempre, querido Ventós Mir.

Mary Carmen Fernández

0 comentarios